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Las idas y venidas de la PCM generan desconfianza en todos los actores y dificulta a las empresas contar con predictibilidad para invertir y generar empleo. El accionar de la Premier también alimenta la división y conflictividad social, al generar falsas expectativas en las comunidades y población de Ayacucho, y de otras regiones en las que se desarrolla la actividad minera, sobre el cierre de operaciones y la prohibición de ampliaciones en la exploración y explotación de recursos minerales; y enfrenta innecesaria e irresponsablemente a la población con las empresas. Piden al presidente de la República, que aclare a la ciudadanía si las declaraciones y las acciones de la Premier son parte de una política del gobierno o son objetivos particulares.
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