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domingo, 15 de abril de 2018

Grupo Gloria: Los barones del agua en el valle Chicama

A principios del siglo XX, los hacendados dedicados al cultivo del azúcar empiezan a aumentar su poder económico, social y político al punto que dentro de sus propiedades tenían más poder que las autoridades, por los que se les llamó los “barones del azúcar”. En ese tiempo se creía que su poder emanaba de las inmensas concentraciones de tierras que poseían, pero la tierra sin el agua no es muy útil por lo que ahora entendemos que el verdadero valor de un predio agrícola está determinado por su acceso al recurso hídrico.

Una base de datos construida por Ojo-Publico.com como parte de la serie investigativa "Los dueños del agua" y con información de la Autoridad Nacional del Agua (ANA) revela que el 93% de los 492 mil 360 derechos de extracción, otorgados hasta la fecha por el Estado, están en manos del sector agrícola, el resto se destina a las industrias extractivas y uso poblacional. Entre las empresas que concentran el mayor número de estas licencias están las agroindustriales San Jacinto y Casa Grande, ambas del Grupo Gloria.

"El principal insumo de los productores es el agua, un bien que les demanda una inversión de entre 60 céntimos y S/ 3,20 por cada litro utilizado; retribución fijada por la ANA y que es la misma para grandes agroexportadoras o pequeños agricultores. Quienes recolectan el dinero y lo entregan al Estado son las Juntas de Usuarios de Agua, asociaciones conformadas por agricultores y agroexportadoras que monitorean la extracción de este recurso, actividad que se realiza sin medidores y en fundos de propiedad privada", señala la publicación.

Sólo las azucareras Paramonga y San Jacinto tienen sus permisos en zonas con agua suficiente, el resto de empresas lo extrae de ríos o pozos con regular o escasa disponibilidad hídrica. De todos los derechos vigentes que el Estado otorgó al sector agrario, unas 26 mil 205 licencias (5,7%) involucran el uso de agua subterránea, sus principales usuarios son las grandes exportadoras, entre las que destaca Casa Grande.

Considerando que, de los aproximadamente cinco mil usuarios el 70% son pequeños agricultores, la Junta de Usuarios de Agua del Valle Chicama como entidad que  tiene a su cargo habilitar y mantener el sistema hidráulico, labor por la que cobran por litro usado, debe establecer estrategias equitativas para el uso de recurso hídrico. No en vano el Centro Peruano de Estudios Sociales señala: "cuatro décadas después de la reforma agraria han renacido los barones del azúcar, esta vez tienen más tierra que sus antecesores y seguramente tanto o más poder que ellos".

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